Principios de ISCC: sostenibilidad, trazabilidad y cumplimiento regulatorio
El sistema de certificación ISCC ha tomado un papel fundamental en el avance hacia cadenas de suministro sostenibles, transparentes y responsables. En un entorno cada vez más regulado y consciente del impacto ambiental, los principios que sustentan este esquema son una guía clara para las empresas que buscan operar con criterios de sostenibilidad reales y verificables.
ISCC, por sus siglas en inglés International Sustainability and Carbon Certification, es un estándar global que certifica la sostenibilidad y trazabilidad de materias primas, residuos, biocombustibles, productos circulares y de base biológica. Su enfoque integral abarca tanto la producción agrícola como los procesos industriales, permitiendo demostrar el cumplimiento de altos estándares ambientales, sociales y legales en toda la cadena de valor.
Requisitos fundamentales del estándar ISCC
La
certificación ISCC
se basa en seis principios que abarcan aspectos sociales, ambientales y económicos. Estos principios no solo orientan las prácticas agrícolas e industriales, sino que también garantizan que la biomasa y los productos derivados sean producidos y comercializados de forma ética y responsable.
Producción sostenible de biomasa: impacto ambiental mínimo
Uno de los pilares del sistema ISCC es la protección de áreas con alto valor ecológico, como ecosistemas con alta biodiversidad o reservas de carbono. El objetivo es evitar prácticas que contribuyan a la deforestación o que degraden entornos naturales sensibles. Este principio asegura que la producción de biomasa no comprometa zonas que son clave para la salud del planeta, promoviendo una relación más equilibrada entre actividad humana y naturaleza.
Protección del suelo, el agua y el aire: gestión responsable de recursos
Más allá de evitar daños, ISCC fomenta el uso consciente y regenerativo de los recursos naturales. Este principio incluye prácticas orientadas a preservar la fertilidad del suelo, proteger la calidad del agua y reducir la contaminación atmosférica. Se incentivan técnicas agrícolas y productivas que minimicen el uso de químicos, eviten la erosión y reduzcan las emisiones contaminantes. La sostenibilidad, en este sentido, es un proceso activo de cuidado y restauración ambiental.
Condiciones laborales seguras y respeto por los derechos humanos
La
sostenibilidad
también tiene rostro humano. ISCC exige el respeto por los derechos laborales, incluyendo condiciones de trabajo seguras, acceso a formación, protección adecuada para los trabajadores y ausencia de discriminación. Las empresas deben demostrar que sus prácticas promueven la salud, el bienestar y la equidad en todos los niveles de la cadena de producción.
Cumplimiento legal y normativo en toda la cadena de suministro
Este principio establece que todas las operaciones certificadas bajo ISCC deben cumplir estrictamente con la legislación aplicable, tanto local como internacional. Además, incluye la gestión de emisiones de gases de efecto invernadero, exigiendo su medición, documentación y reducción progresiva. La transparencia legal y ambiental es un requisito, no una opción.
Buenas prácticas de gestión agrícola y empresarial
La eficiencia también forma parte de la sostenibilidad. ISCC promueve una gestión empresarial basada en la planificación, el monitoreo y la mejora continua. Esto incluye el uso de tecnologías adecuadas, capacitación continua, y procesos que reduzcan los desperdicios y maximicen el valor de los recursos utilizados. La sostenibilidad debe ser una decisión estratégica dentro del modelo de negocio.
Trazabilidad y balance de masas: pilares de la integridad del sistema
La trazabilidad es el hilo conductor que une todos los principios del sistema ISCC. Cada materia prima, residuo o subproducto debe poder rastrearse desde su origen hasta el producto final. Para ello, se aplica un modelo de balance de masas que permite controlar entradas y salidas dentro de cada etapa de la
cadena de suministro
, garantizando que no haya mezclas indebidas ni declaraciones dudosas. Esta trazabilidad es clave para ofrecer garantías reales a consumidores, clientes y reguladores.
¿Por qué son importantes estos principios para obtener la certificación ISCC?
La aplicación coherente de estos seis principios no solo permite obtener la certificación ISCC, sino que representa una ventaja competitiva en mercados cada vez más exigentes. Demostrar que una empresa actúa conforme a criterios sociales, ambientales y económicos robustos es una forma tangible de generar confianza.
Entre los objetivos del sistema ISCC está precisamente el fomentar una producción y un uso ambiental, social y económicamente sostenibles de todo tipo de biomasa a nivel global. Además, ISCC cubre procesos clave dentro de la economía circular: en lugar de prohibir el uso de materiales, promueve prácticas industriales que permiten reducir, reutilizar y reciclar, generando valor sin comprometer el entorno.
Un aspecto especialmente relevante del sistema es que no se permite certificar residuos generados de forma intencionada o fraudulenta. Las empresas deben demostrar que los subproductos o residuos surgen de procesos legítimos y controlados, y que su uso no implica un impacto negativo en los ecosistemas. Solo aquellos materiales que cumplen con criterios claros de sostenibilidad pueden entrar en la cadena certificada.
Este enfoque ha despertado el interés de numerosas compañías que buscan avalar sus prácticas sostenibles: desde explotaciones agrícolas que certifican biomasa o residuos forestales utilizados para producir biocombustibles, hasta industrias alimentarias que incorporan materiales reprocesados en sus envases. La certificación ISCC permite, así, dar valor a lo que antes era considerado desecho, bajo un marco que prioriza la trazabilidad, la responsabilidad y la reducción del impacto ambiental.
La certificación también permite a las organizaciones acceder a mercados regulados, como los establecidos por la Unión Europea, y consolidarse como actores responsables dentro de cadenas de suministro más limpias y trazables. En este contexto,
DEKRA Certificación
es uno de los organismos autorizados para evaluar y otorgar la certificación ISCC, acompañando a las empresas en el proceso de certificación y mejora continua.